Ábrete, mi Diosa, como la flor del tilo
Acógeme dentro como a un insecto
Y embriágame con tu dulce aroma.
Y embriágame con tu dulce aroma.
Déjame horadar tierna y suavemente
Hasta que tus ojos se entornen de placer
Mientras exploro con mis labios rojos
Las fronteras de tus dientes y tu boca
Ábrete, mi diosa como una azucena,
Deja que penetre hasta la base de tus estambres,
Deja que penetre hasta la base de tus estambres,
Que yazga sobre ti hasta perder el sentido
Inundando de semillas de amor tus entrañas
Plantar rosas rojas sobre tus senos,
Amarte hasta que se consuma el amor
Aferrados tan fuerte cual maromas anudadas
¡Oh, mi Diosa! Ábrete como una magnolia
Ofréceme tu suave perfume a limón.
Ofréceme tu suave perfume a limón.
Deja que nuestra saliva y nuestro sudor
Se fundan en una sola gota dorada
Quiero morir tras esta dulce cópula apasionada
Y terminar amortajado por tus cabellos suaves
Y ungida mi boca con tus labios de fuego
Y fuera ya del tiempo, en una sola carne
Y una sola gota de rocío aún temblando
Déjame que te susurre suavemente al oído
Lo que tantos años llevo guardando:
Decirte que te amo, decirte que me muero
Decirte que te amo, decirte que me muero
Que tu amor que me mata poco a poco.
Y regresar, después, otra vez a tu olvido.