jueves, 28 de mayo de 2015

Juguete roto

Mis dedos ya no escriben tu nombre
Fríos y temblorosos, yacen en el suelo
Después de, crispados, haberse aferrado
Febriles a tu vientre de seda y rosa.

Ya no hay flores en el rosal
El frío y la lluvia detienen su vida
Quedan rosas marchitas en la mata
Que hieren mis ojos de melancolía.


El viejo peral,  indiferente, pierde sus hojas
Como los recuerdos,  palidecen y caen. 
Aquellas hojas nacidas en una primavera
Inundada de amor, deseo y besos de seda.

Mis ojos caen tristes, pues ya temen verte
Mis manos ya no escriben versos para ti.
Mis dedos ya no escriben tu nombre
Mi dolor ya no encuentra tu consuelo.

lunes, 11 de mayo de 2015

A veces

A veces, el poeta llora su pena,
Las lágrimas mojan su viejo pincel, 
Y abre su oxidada caja de acuarelas
Surtida de pastillas y palabras
De colores

Ocres, verdes, malvas, lilas
Azules, grises, amarillos, rojos...
Aparecen rosas rojas sobre un ocre 
Y golondrinas negras entre grises
 Y azules

A veces el poeta abre sus venas
El grueso papel de barba se empapa
Su blancura toma vida de color
Y surgen blancas golondrinas
Entre el rojo

 El poeta pinta con lagrimas y sangre.
 Enlaza palabras contra el horror
Después, cierra su cuaderno raído
Mientras inventa otro cuadro.
Medio dormido

Pincel húmedo de lágrimas y sangre
Pastillas de palabras gastadas
Blanco papel de barba vacío
Colores que se mezclan en la tapa
Luz  y sombra

Cuaderno cerrado henchido de flores
Y aves que duermen entre sus hojas
Esperando ávidas ese mágico instante
En que unos ojos limpios las devoren.
Esos ojos...
Sólo esos ojos...