Y, entonces, como una granada,
Estalla el deseo en un ascensor
Salpicando de saliva la jaula
Violenta explosión de suspiros
En un loco y desesperado beso
Apretados cuerpo a cuerpo
Unidos por la irresistible atracción
Un feroz choque de labios
Y una dura batalla de lenguas
Llanto y desesperación se inflaman
En un mínimo instante supremo
Cae el uno en brazos del otro
Sin tiempo, sin espacio, sin luz.
Silencioso arrebato de anhelos
Dentro de una cabina de silencio
Termina el frenético encuentro
La calle los espera con fríos vientos
Dos manos cogidas, narran el suceso.
Un ascensor se queda vacío
Esperando otros pasajeros
Dos amantes caminan por la calle
Con su deseo encubierto
Furtivas miradas pupila a pupila
Y todo se hace silencio
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