martes, 8 de marzo de 2016

Ascensor

Y, entonces, como una granada,
Estalla el deseo en un ascensor
Salpicando de saliva la jaula
Violenta explosión de suspiros 
En un loco y desesperado beso
Apretados cuerpo a cuerpo
Unidos por la irresistible atracción
Un feroz choque de labios 
Y una dura batalla de lenguas

Llanto y desesperación se inflaman
En un mí­nimo instante supremo
Cae el uno en brazos del otro
Sin tiempo, sin espacio, sin luz.
Silencioso arrebato de anhelos
Dentro de una cabina de silencio
Termina el frenético encuentro
La calle los espera con frí­os vientos
Dos manos cogidas, narran el suceso.

Un ascensor se queda vací­o
Esperando otros pasajeros
Dos amantes caminan por la calle
Con su deseo encubierto
Furtivas miradas pupila a pupila
Y todo se hace silencio

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