Tu mirada me sorprendió mirándote,
Cuando mis ojos se deslizaban sobre tu piel
Tu frente, tus ojos ocultos a los míos,
Tus labios de mil formas evocados.
Tu mirada surgió como un relámpago
Mientras ávido te devoraba con mis ojos
Sorbiendo cada poro de tu piel
A salvo de tu mirada, caída en el suelo.
Soledad gris, desoladora, silencios de piedra
A gritos mi alma te llama desesperada
Mis ojos, secos, se empapan de tu pelo.
Unos pasos nos separan, toda la eternidad.
Un foso, de apariencia y silencio a penas roto
Sólo ese instante, cuando tus ojos me sorprenden.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.